Conforme pasa las horas y los días el me gustaba mas, pero había algo que me decía no debe de ser, pero aun así me gustaba y buscaba cualquier momento de tomar su mano, cuando el estaba acostado me encantaba verlo, esos labios que deseaba besarlo, siempre buscaba un pretexto para estar a solas con el. En muchas ocasiones sin que el se diera cuenta yo me quedaba vigilando sus sueño.
Llego el día que el tenia que marcharse y cuando lo fui a despedir mis labios temblaban y quería besarlo y decirle no te vallas pero el no sabia mis sentimiento. el me regalo un anillo y yo en ese momento y sin decirle nada le entregue mi corazón sollozando le dije - No me olvides y lo abrace y el respondió no lo haré. regrese a casa triste por que el ya se había ido recordaba lo que habíamos vivido su risa su rostro y en verdad deseaba que no me olvidara
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